Prueba de sistemas agrícolas (FST) at Rodale Institute es la comparación lado a lado más antigua de Estados Unidos de agricultura orgánica y convencional. FST fue fundada en 1981 por JI Rodale. Durante sus 35 años de existencia, FST continúa demostrando, a través de datos de investigación científica, que la agricultura orgánica es superior a la agricultura convencional en lo que respecta a fortalecer la salud del suelo.
A lo largo de los años, FST ha demostrado el potencial de las prácticas agrícolas orgánicas midiendo la materia orgánica del suelo (MOS), los rendimientos, las ganancias, los insumos de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero. Más recientemente, se ha establecido un estudio para determinar la calidad nutritiva de los granos de este ensayo. En 2014, todas las parcelas FST se sembraron con avena para restablecer la prueba y actualizar las próximas rotaciones para reflejar las tendencias agrícolas actuales. La plantación de las 72 parcelas en un cultivo brindó una oportunidad ideal para comparar la calidad de los nutrientes entre los tres sistemas de cultivo que se estaban probando en el FST (estiércol orgánico, leguminosas orgánicas y convencional).
Durante los 35 años de historia de FST, hemos visto diferencias visuales en los nutrientes de las plantas de cómo los cultivos orgánicos se diferencian de los cultivos convencionales. En última instancia, esto nos llevó a preguntarnos si las diferencias observadas en el rendimiento de las plantas también eran una indicación de diferencias de nutrientes en los cultivos.
Aproximadamente el cinco por ciento de todos los alimentos vendidos en los EE. UU. Son orgánicos, lo que equivale a $ 43.3 mil millones en ventas a partir de 2015. A medida que las ventas de alimentos orgánicos continúan creciendo anualmente, cabe preguntarse si los consumidores están gastando más en un producto nutricionalmente superior. Según nuestros datos actuales, la respuesta es ¡SÍ!
Este proyecto analizó minerales del suelo, MOS, porcentaje de C y N del suelo, minerales de avena, proteína de avena y porcentaje de C y N de avena. Los resultados de los datos recopilados y analizados revelaron que la avena orgánica de leguminosas contenía concentraciones más altas de nitrógeno y proteína (Figura 4 y 5 ). Esos nutrientes eran comparables a los del sistema convencional de labranza, pero significativamente mayores que los del sistema convencional de labranza cero. Además, se encontró que las concentraciones de minerales clave como zinc, hierro, calcio, potasio, fósforo, molibdeno y cobre eran más altas en las parcelas cultivadas con estiércol orgánico (Tabla 1).
Los resultados informados en este artículo provienen de una muestra representativa de 24 parcelas de un total de 72 parcelas en el FST. Se espera que las diferencias entre los tratamientos sean más pronunciadas a partir de un tamaño de muestra más grande cuando se analicen los datos de las 48 parcelas restantes. Incluso con este tamaño de muestra relativamente pequeño, este estudio ha demostrado que la densidad de nutrientes de los sistemas orgánicos es comparable o mayor que la del sistema convencional. En el futuro, estos datos se aplicarán a otros proyectos en el Rodale Institute, como el nuevo ensayo de sistemas vegetales (VST), para demostrar que existen diferencias de nutrientes entre cultivos orgánicos y cultivos convencionales. La siguiente fase de este proyecto también analizará si las concentraciones de pesticidas afectan la calidad de los nutrientes.