Escrito por Laurie E. Drinkwater1, Cynthia A. Cambardella2Por Jean D. Reeder3, Charles W. Arroz4

Resumen

Casi todo el N en los suelos superficiales está presente en forma de compuestos orgánicos que no pueden ser utilizados directamente por las plantas y tampoco son susceptibles de pérdida por lixiviación. La cantidad de N convertido de formas orgánicas a minerales (mineralización) sobre una base anual varía, dependiendo del historial de manejo pasado, la variación climática anual y las propiedades inherentes del suelo (Sprent, 1987; Paul & Clark, 1989). Esta capacidad del suelo para suministrar N disponible para las plantas es un indicador importante de la calidad del suelo y se han desarrollado muchos métodos químicos y biológicos en un esfuerzo por proporcionar un indicador simple y confiable de N potencialmente mineralizable (Keeney, 1982; Bundy & Meisinger, 1994). XNUMX). En este capítulo, discutimos el uso del potencial de mineralización de N como indicador de la calidad del suelo y las ventajas y desventajas de los diversos métodos disponibles. Luego recomendamos y describimos dos métodos de laboratorio de base biológica para determinar el potencial de mineralización de N.

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