Con la 2018 Farm Bill aprobado oficialmente y en espera de la firma del presidente Trump, se ha hablado mucho sobre un tema específico en ese documento de 807 páginas; cáñamo. La Ley Agrícola de 2018 tiene el lenguaje que redefine el cáñamo como un producto agrícola, elimina explícitamente el cáñamo del ámbito de la Ley de Sustancias Controladas y la jurisdicción de la Administración de Control de Drogas, allanando así el camino para una expansión masiva de oportunidades económicas en todos los sectores de la industria del cáñamo.
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¿Qué significa eso ahora que el cáñamo ya no puede malinterpretarse como una sustancia controlada? Bueno, al eliminar los obstáculos a las instituciones reguladas por el gobierno federal, como bancos, servicios comerciales, compañías de tarjetas de crédito y plataformas publicitarias, los cultivadores de cáñamo podrán participar plenamente en la economía nacional. Además, debido a las regulaciones, los minoristas del mercado masivo como Walmart, Whole Foods, Target o Costco que aún no han ofrecido productos de CBD a sus consumidores pueden estar haciendo espacio en los estantes para una categoría de derivados de CBD o cáñamo el próximo año.
Según la disposición, los agricultores de cáñamo finalmente podrán acceder al seguro de cultivos necesario y participar plenamente en los programas del USDA para obtener certificaciones y subvenciones competitivas. Utilizando los datos disponibles para 2018, la Asociación de Industrias del Cáñamo (HIA) estima que hay más de 1,200 agricultores de cáñamo estadounidenses con licencia que operan en más de 40,000 acres, junto con cientos de procesadores en todo el país. La nueva Ley Agrícola abre las compuertas a la producción nacional, el estímulo económico, la creación de empleo y la no dependencia de fuentes extranjeras.
Estados Unidos es actualmente el mayor importador de productos de cáñamo del mundo. El mercado del cáñamo generó más de $ 820 millones en ventas en los EE. UU. En 2017, frente a los $ 680 millones en 2016, y se espera que aumente a $ 1.9 mil millones para el 2022. En los EE. UU. Se cultivaron poco menos de 10,000 acres de cáñamo en el marco de programas piloto agrícolas y otros programas. en 2016, y ese número se duplicó con creces a poco menos de 26,000 acres en 2017. Piense en todos los ingresos fiscales, los empleos y el gasto de la economía local que ese crecimiento avivará una vez que termine la prohibición.
La HIA ve este proyecto de ley como un gran paso adelante para los cultivadores y empresarios de cáñamo.